Nuestro avión Insignia está de nuevo en el aire. Dura ha sido la tarea para llegar aquí. Dos largos meses de gestiones han concluido con la puesta en vuelo de nuestro Twin EC-DPE, Su avión.
Durante el vuelo de prueba las emociones eran diversas, de alegría, si, pero de un profundo respeto. Hacer un vuelo de esta clase en un avión tan especial es una experiencia que muy pocos pueden disfrutar y a la vez temblar de tristeza.
Después de muchas semanas de buscar la mejor manera de ponerlo en vuelo, el 28 de enero nos dirigimos al taller de FLY-PYR en Santa Cilia de Jaca. La meteorología no era la mejor para emprender un viaje de mas de 2.000 entre las idas y las vueltas, ya que una «ciclogénesis explosiva» nos acompaño durante los primeros 500 Km.
Con la inestimable colaboración de Mikel, de Luis y de Clive y después de dos semanas de trabajo bajo un frío intenso, lluvia, viento y nieve; y cuatro viajes de ida y vuelta , entre Clive, Bernardo y yo mismo conseguimos reparar el velero, hacerle una revisión de 100h y ponerlo de nuevo en vuelo.
De nuevo en Casa. el miércoles 6. Llegamos a Fuentemilanos a las 23:30h de la noche. Con mucha ansiedad acumulada encerramos el remolque, que nos prestaron «los Ibéricos», con su preciada carga en el interior. Programamos la puesta en servicio para el viernes 8 por la mañana, junto con Mikel, nuestro CAMO. Después de muchas comprobaciones conseguimos que se firmara el CRS que permitía la puesta en vuelo oficial y definitiva del avión.
Por fin llego el día de volver al aire. El sábado 9 de febrero de 2019. Hacía las 15:30, aproximadamente, Bernardo a los mandos de la avioneta y yo a los mandos del PE iniciamos la carrera de despegue. Momento sobrecogedor. Jamas había puesto en vuelo un avión rehecho Mil preguntas me asaltaban, repasar y repasar y vuelta a repasar la escueta lista de chequeo. (¿no se me olvida nada?) (¿están las cabinas bien aseguradas?) (¿estará bien centrado el velero?) y así un sin fin de preguntas y de chequeos, hasta que por fin me decido a dar las instrucciones para el despegue.
Carrera suave por la pista, el avión se va al aire con cierto encabritamiento, corrijo con el compensador, Bernardo tiene unas manos primorosas y nos eleva con mucha armonía y estabilidad. 600m., me suelto. Todo es dulzura en el vuelo, el avión vuela derecho sin problemas de guiñadas o asimetrías. Dos ochos horizontales a baja y a alta velocidad, ni un ruido, ni un extraño. Vuela mejor que antes. Preparo un perdida, levanto el morro, se presenta una perdida muy noble que recupera con solo ceder la palanca, completamente por derecho. Acelero, empujo la palanca hacía delante con suavidad pero con decisión, 220Km/h (en el arco amarillo) una reacción perfecta, ninguna vibración, muy poco ruido (las cabinas están muy bien ajustadas). Preparo la toma. entrada en circuito de la 34. Base, desbloqueo los frenos todo perfecto. Final, sobre Fuentemilanos con 120m. La pista es larga, no hay por qué apurar a la cabecera. Redondeo sobre el final de los números y le dejo volar, y volar y volar, mientras pierde velocidad. Por fin se posa sobre dos ruedas, la principal y la de cola, simultáneamente. Le dejo correr libre unos metros y aplico el freno de rueda, deceleración muy suave y lo saco de la pista por la izquierda. De nuevo en el suelo, todo perfecto, ya muy tranquilo. Comento lo acaecido con Bernardo, Fernando y José (José Antonio Blanco, nuestro nuevo instructor, al que deseo éxito y mucha suerte) y cedo todo el protagonismo a José, a Bernardo y a los cinco alumnos piloto para que retomen de nuevo la tradicional actividad invernal de la Escuela.
Uno tras otro fueron haciendo sus primeros doble mandos con José, el cual iba apuntando en una pequeña libreta los logros y errores de cada alumno. y les iba instruyendo con el consabido de-brieing después de cada vuelo. Un largo día de trabajo para José, que debía enfrentarse a cinco alumnos a los que apenas conocía y con diferentes niveles de pericia. Todos los alumnos comentan después la formidable profesionalidad de José y los detalles con los que regala seguridad a cada alumno. ¡Buen tío! comenta uno de los alumnos
Bernardo tampoco tuvo un día fácil. A primera hora de la mañana recibía a Borja, un aspirante a nuevo remolcador. durante todo el día Bernardo estuvo instruyendo a Borja en los procedimientos de la empresa y evaluando su nivel de pericia como remolcador. Borja ya es un experimentado remolcador, que colaboró en SENASA Ocaña durante varios años. Actualmente ejerce de instructor de PPL y de CPL (de motor) en la escuela European Flyers. Borja hizo varios remolque como copiloto y varios como piloto al mando bajo supervisión.
Por supuesto todos echamos muchísimo de menos a Antonio. Fue un día cargado de emotividad. Podemos encontrar buenos profesionales como José o Borja, pero nunca podremos sustituir a Antonio.
José Y Jesús preparados para su primer vuelo de «contacto».
Borja y Bernardo preparados para remolcar a José y a Jesús.
Observad a Borja ya sentado en el lado izquierdo.
¡¡¡Reeeeemolcando!!!